Δευτέρα 23 Απριλίου 2012

Mi programa electoral en 600 palabras



Mi programa electoral en 600 palabras
Manos Matsaganis
En épocas normales la gente ‘normal’ se contenta con dejar la política a los políticos. Pero nuestros tiempos no son normales: la elección nacional del 6 de Mayo de 2012 puede resultar crucial para el futuro de Grecia. Es por eso que muchos ciudadanos de a pie están asumiendo un papel activo en la política, algunos por primera vez.
Si a ello se agrega un continuo interés por las ideas políticas, un firme compromiso con la política de centro-izquierda, una trayectoria personal intercalada con cortos episodios de intensa participación en actividades políticas y una preocupación profesional por el impacto distributivo de las políticas públicas, se entiende el contexto de mi decisión de presentarme como candidato de la Izquierda Democrática para el centro de Atenas.
Mi programa electoral en breve:
·                Grecia está ubicada en el centro del continente europeo. No hay futuro para el país fuera de la Unión Europea. Una suspensión de pagos tendría inevitablemente consecuencias muy negativas: traumatizaría a los ciudadanos corrientes y envenenaría por muchos años las relaciones de Grecia con nuestros socios europeos.
·                La moneda de Grecia es el euro. La situación actual de la Eurozona esta muy lejos de ser ideal: una coordinación mas sustancial de las políticas nacionales y una reactivación de la inversión pública a nivel europeo podrían ayudar a terminar con esta recesión y reducir el desempleo en toda Europa. Tal cambio en la política europea beneficiaría a Grecia, pero es una decisión que en gran medida no está en nuestras manos. Mientras tanto, nuestro objetivo debe ser poner nuestra casa en orden.
·                La crisis no se limita a Grecia, pero las causas profundas de la crisis griega son domésticas. Los grandes déficits crónicos son el resultado de políticas clientelistas, una administración pública ineficiente, instituciones del sector público que demandan una urgente reforma y una cultura de negocios orientada a la adquisición de contratos públicos que se aseguran por medio del cultivo de conexiones personales con políticos y burócratas. Al menos que terminemos con todo esto no hay posibilidades de crecimiento sostenible o para la economía griega. Es por ello que la reducción de gastos públicos y la reforma de las instituciones del estado deben ser nuestras prioridades principales.
·                Si la austeridad es inevitable, al menos por un tiempo, debemos asegurarnos de que sea justa. Podemos hacerlo si distribuimos el peso del ajuste fiscal equitativamente; reduciendo el despilfarro y la ineficiencia en el conjunto del sector público; garantizando servicios públicos esenciales y, finalmente, protegiendo efectivamente a los sectores mas débiles entre todas las victimas de la recesión.
·                Se está comprobando que el estado de bienestar griego no es apto para enfrentar la crisis. Dado que las figuras de desempleo han llegado a niveles sin precedente, hay pocas posibilidades de detener la caída en la pobreza extrema de aquellos que sufren la pérdida de trabajo o de sus ingresos. Es por ello que fortalecer la red de protección social debe ser una prioridad central. Considerando que el nivel agregado de gasto público en políticas sociales es bastante alto, la propuesta no es inconsistente con la consolidación fiscal: se puede obtener con el racionamiento de recursos usando criterios de necesidad en lugar de aquellos que se basan en el poder político de quienes los reciben.
·                La emigración se ha convertido nuevamente en una opción atractiva para muchos. Son generalmente los jóvenes griegos altamente calificados los que eligen empezar una nueva vida en el extranjero o quedarse allí una vez que han terminado sus estudios. Bueno para ellos, muy malo para el país. Nuestros nuevos emigrados no solamente escapan del desempleo, sino que  también rechazan un mercado laboral en el cual el mérito cuenta poco y en donde la iniciativa y la originalidad son a veces recibidas con hostilidad. Es por ello que no se podrá dar fin a la fuga de cerebros hasta que pongamos nuestra casa en orden.
Nosotros los griegos nos orgullecemos de ser ingeniosos, creativos y gente de recursos, como Ulises. No estoy seguro si ese será el caso, pero de todas maneras ha llegado el momento  de demostrarlo a todos los que nos observan alrededor del mundo y sobre todo a nosotros mismos.